En la nota de Carlos Oliva Campos en La Nación de hoy hay un párrafo que me parece conceptualmente muy pero muy claro:
Los hombres de experiencia opinan que un gobierno tiene paz cuando su deuda pública se reduce al mínimo: restaura la confianza y hace bajar la tasa de interés de los empréstitos públicos. Es esencial conocer los comportamientos, estrategias y en especial las preocupaciones de los acreedores, ya que la deuda pública representa el signo de la debilidad de los Estados y es, en todo caso, por la empatía de los mercados que una nación puede sobrevivir.
Sin embargo aclara que no hay un concepto o teoría que permita explicar completamente la deuda soberana. Ejemplo de esto es Japón que posee el 204 % de su PBI en deuda y a nadie se le ocurre que no vaya a poder pagar.
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